En las noches e luna llena como hoy siempre recuerdo un servicio muy curioso que tuve que atender hace ya muchos años.
Recuerdo que no era muy tarde, sobre las doce de la noche, cuando nos requieren para acudir a un bar donde al parecer una mujer embarazada había roto aguas y estaba de parto.
Rápidamente nos pusimos en camino, luces azules y sirena, mientras por la emisora nos confirmaban la dirección exacta del establecimiento, al tiempo que eramos informados que el servicio medico habia sido avisado y tan bien se dirigían al lugar.
Cuando llegamos al lugar, un bar en la Av. Ausias March había un gran revuelo en la puerta y los presentes nos decian muy nerviosos que habia una mujer de parto dentro del bar, así que entramos rapidamente temiendonos lo peor.
Al entrar al bar, efectivamente nos econtramos a una mujer sentada en una silla, encima de un gran charco y ella totalmente empapada de cintura para abajo, pero sin ninguna muestra aparente de estar embarazada, cuando le preguntamos de cuanto tiempo estaba embarazada, su respuesta fue de lo más sorprente, "tengo un embarazo psicológico y creo que he roto aguas".
El charco del suelo resulto ser que la buena mujer se habia orinado, pero lo mas curioso de todo fue que todos los presente que tan agitados nos decian que la mujer estaba de parto, al escuchar aquello del embarazo psicológico habían desaparecido del lugar, la cara del dueño del bar era todo un poema, pero la bronca que le pegó a este la medica del SAMU fue de las que hacen época.
La mujer terminó ingresada en psiquiatria del hospital Clinico.
Cuando llegamos al lugar, un bar en la Av. Ausias March había un gran revuelo en la puerta y los presentes nos decian muy nerviosos que habia una mujer de parto dentro del bar, así que entramos rapidamente temiendonos lo peor.
Al entrar al bar, efectivamente nos econtramos a una mujer sentada en una silla, encima de un gran charco y ella totalmente empapada de cintura para abajo, pero sin ninguna muestra aparente de estar embarazada, cuando le preguntamos de cuanto tiempo estaba embarazada, su respuesta fue de lo más sorprente, "tengo un embarazo psicológico y creo que he roto aguas".
El charco del suelo resulto ser que la buena mujer se habia orinado, pero lo mas curioso de todo fue que todos los presente que tan agitados nos decian que la mujer estaba de parto, al escuchar aquello del embarazo psicológico habían desaparecido del lugar, la cara del dueño del bar era todo un poema, pero la bronca que le pegó a este la medica del SAMU fue de las que hacen época.
La mujer terminó ingresada en psiquiatria del hospital Clinico.